Libro y geranio

Persiste el olor a ceniza húmeda en la sala de ventanales desgajados.
Aún crepita en los oídos, la pira de los libros depurados.
Nadie sabe lo que vale el silencio como el anaquel vacío a culatazos,
combado bajo el polvo de los caminos de cunetas atestadas.
Madera acuchillada a consignas.
Astillas y sangre en las cabezas rapadas.
Astillas y lágrimas en las espaldas dobladas.

Hoy es seis de junio, amiga mía.
Esta mañana fría, toma conciencia de mis pies y de tus manos,
de nuestra fuerza y nuestro talento.
Nadie conoce el valor de la algarabía como la plaza,
el sol iluminando cada rincón y cada esquina.
El grito es un aire limpio que barre la calle, llena de amigas y hermanos.
En un balcón, hierro forjado por el brazo libertario,
sobre la silla hay un libro y en el suelo, un geranio.

The attendees lining up to cross the two vertices of V into A

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