Se han abierto todas las flores antes de tiempo. Se han abierto demasiado, sobre todo las rojas han manchado toda la llanura y ahora no hay quien quite tanta sangre de los ojos.
Volveremos dando la espalda al sol poniente, nuestras largas sombras nos marcarán el camino mil veces desandado, hasta que no las veamos.
¡Que llegue ya la noche! Y entonces nos perderemos en la llanura de las flores rojas. Oscuridad y estrellas.