Agazapado entre los juncos del estanque en el que nadas,
tan aquietado el corazón como se pueda,
escribiré un hermoso poema de amor a la naturaleza.
Absorto en el brillo ondulante de tu espalda,
sofocaré el latir del sentimiento,
y conjugaré expresar por describir, en el intento
de retratar un frondoso paisaje romántico con náyade,
y luego me quedaré, para admirarla en secreto
entre las ruinas del templo de una diosa del amor pagano.
![]() |
Oli d’Ignacio Pinazo Camarlench |